Siguemee

miércoles, 1 de febrero de 2012

Jovenes

Por aquel entonces frecuentábamos los garitos y veíamos correr el tiempo desde las escaleras de la catedral. Medíamos constantemente nuestras fuerzas y pocas veces nuestras palabras. Eternamente jóvenes. Como si no existiese nadie más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cada uno de mis lectores habéis hecho posible que este blog continúe, pese a varios "parones" que ha habido.
Y como me seguís interesando me encantaría que compartierais vuestras ideas para mejorar este 'mundo internauta' juntos