Siguemee

sábado, 31 de diciembre de 2011

Leer, Capítulo 14; El Neón. Parte 1

Conduje Hawthorne a toda velocidad hasta llegar a mi casa y luego di la vuelta y me dirigí al centro de Coldwater, atajando por Beech y utilicé el marcado rápido de mi celular para llamar a Vee. - “Pasó algo… yo… él… eso salió de la nada… el Neón…” - “Te estás entre cortando. ¿Qué?” Me limpié la nariz con la parte trasera de mi mano. Estaba temblando de la cabeza a los pies. --- “Él salió de la nada.” - “¿Quién?” - “Él…” Intenté juntar mis pensamientos y formularlos en palabras. “¡Él saltó frente al auto!” - “Ay, hombre. Ay-dios-ay-dios-ay-dios. ¿Golpeaste un venado? ¿Estás bien? ¿Qué le pasó a Bambi?” Ella mitad gimió y mitad gruñó. “¿El Neón?” Yo abrí la boca, pero Vee me interrumpió. - “Olvídalo. Lo tengo asegurado. Solo dime que no hay pedazos de venado sobre mi bebé… no los hay ¿cierto?” Cualquiera que fuera la respuesta que le iba a dar se quedó atrás. Mi mente estaba dos pasos adelantados. Un venado. Quizá podría fingir que impacté a un venado. Quería contarle la verdad a Vee, pero tampoco quería parecer una loca. ¿Cómo iba a explicar que vi al chico que impacté ponerse en pie y arrancar la puerta del auto? Gire mi cuello hacia un lado de mi hombro. Hasta donde podía ver, no había marcas en dónde él me había agarrado… De repente reflexioné. ¿De verdad estaba considerando negar lo que había pasado? Yo sé lo que vi. No fue mi imaginación.
- “Ay rayos,” dijo Vee. “No me estas respondiendo. El venado está pegado en los focos del auto ¿cierto? ¿Estás conduciendo por ahí con él atascado en el frente como si fuera una pala para la nieve?” - “¿Puedo dormir en tu casa?” Quería salir de las calles. Fuera de la oscuridad. Con una súbita inhalación me di cuenta de que para ir a casa de Vee tendría que volver a la intersección en donde lo impacté a él. - “Estoy en mi cuarto,” dijo Vee. “Puedes venir. Te veo en un rato.” Con mis manos fuertemente apretadas contra el volante, conduje el Neón a través de la lluvia, rezando para que el semáforo en Hawthorne estuviera verde en mi favor. Lo estaba y pasé la intersección mirando directamente hacia el frente, pero a la vez mirando con el rabillo del ojo las sombras de los lados de la carretera. No había ninguna señal del chico con la máscara de esquiar. Diez minutos más tardes estaba estacionando el Neón frente a la casa de Vee. El daño en la puerta fue mucho y tuve que patearla para poder salir. Luego corrí hasta la puerta de entrada, entré a toda prisa y bajé corriendo las escaleras hasta el sótano. Vee estaba sentada en su cama con las piernas cruzadas, tenía un cuaderno sobre sus rodillas, llevaba puesto audífonos y su iPod estaba encendido. - “Terminemos con esto de una vez.” Cuando salimos, me quedé mirando al Neón por un largo rato. No era una noche cálida, pero el clima no era la causa del escalofrío que recorrió mis brazos. La ventana del conductor no estaba rota. Tampoco la puerta. - “¿Estás segura que no fue una ardilla?” Mi mente volvió a los letales ojos tras la máscara de esquiar. Ellos eran tannegros que no podía distinguir las pupilas. Eran negros como los de… Patch. - “Mírame, estoy llorando de alegría,” dijo Vee, tumbándose de forma poco elegante en el Neón para abrazarlo. “Una pequeña grieta. ¡Eso es todo!” Yo fingí que sonreía, pero mi estómago estaba revuelto. Cinco minutos antes, el cristal de la ventana se había deshecho y la puerta estaba encorvada. Ahora, mirando al auto, todo eso parecía imposible. No, parecía una locura. Pero yo vi como atravesó el cristal con su puño y sentí como sus uñas se clavaban en mi hombro. ¿Verdad? Mientras más intentaba recordar el accidente, menos podía. Pequeñas lagunas de información perdida llenaban mi memoria. Los detalles se estaban perdiendo. ¿Era él alto? ¿Bajo? ¿Delgado? ¿Musculoso? ¿Me dijo algo? No podía recordar. Esa era la parte más aterradora. - “No mires ahora,” dijo Vee, “pero el señor Suéter Verde sigue mirando para acá, estimando tus largas piernas a través de tus jeans… Ah! Me acaba de saludar. No estoy bromeando. Me acaba de dar un pequeño saludo militar, de esos que hacen con dos dedos. Que adorable.” Yo no la estaba escuchando. El accidente de anoche se estuvo repitiendo en mi cabeza durante toda la noche, llevándose consigo toda posibilidad de dormir. Mis pensamientos estaban enredados, mis ojos estaban pesados y no podía concentrarme. - “El señor Suéter Verde se ve normal, pero su copiloto parece un chico muy malo,” dijo Vee. “Emite cierta señal de no-jodas-conmigo. Dime que no parece al hijo de Drácula. Dime que estoy imaginando cosas.” Alzando mis ojos lo suficiente como para verlo sin parecer que lo estaba viendo, me fijé en las facciones finas y atractivas de su rostro. El pelo rubio colgaba hasta sus hombros. Sus ojos eran de color del cromo. No estaba afeitado. Estaba impecablemente vestido con una chaqueta a la medida y unos jeans oscuros de diseñador. -“Estas imaginando cosas,” dije. - “¿No te fijaste en ese par de ojos profundos? ¿En esa forma de uve que la raíz de su cabello deja en su frente, al estilo Drácula? ¿En su cuerpo alto y delgado? Él puede que sea hasta más alto que yo.” Vee mide casi seis pies de alto y le encantan los tacones. Tacones altos. También tiene la costumbre de no salir con chicos más bajos que ella. - “Bueno ¿cuál es el problema?” Preguntó Vee. “Te has vuelto incomunicable. ¿Esto no tiene que ver con la grieta en mi parabrisas, verdad? ¿Qué importa que hayas golpeado un animal? Le pudo haber pasado a cualquiera. Aunque está comprobado que las probabilidades hubieran sido menos si tu mamá se mudara fuera de la jungla.” Le iba a contar a Vee lo que había pasado de verdad. Pronto. Solo necesitaba un poco de tiempo para juntar los detalles. El problema era que no veía cómo podría hacerlo. Los únicos detalles que recuerdo estaban incompletos. Era como si un borrador hubiera dejado mi memoria en blanco. Pensando, recordé que un aguacero caía en cascada sobre las ventanas del Neón, causando que todo afuera se viera borroso. ¿Habré
golpeado de verdad a un venado?

1 comentario:

  1. Ah! Y si golpeó a Patch y no a un animal?! (: Me gusta tu historia!
    Un beso guapa!

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