Siguemee

domingo, 4 de diciembre de 2011

Leer capitulo 5: El arcade de Bo

“EL ARCADE DE BO, LOCO PAINTBALL NEGRO Y LA SALA DE BILLAR DE OZZ”. Grafitis salpicaban las paredes, y había colillas por todo el suelo. Claramente el local de Bo no estaba lleno de futuros alumnos de las mejores universidades y ciudadanos modelo.
Me coloqué en la fila, esperando a pasar las cuerdas. Mientras el grupo delante de mí pagaba, me escurrí por en medio andando hacia el laberinto de sirenas a todo volumen y luces centelleantes. - ¿Crees que te mereces una entrada gratuita? - Aulló una voz endurecida por el humo. Me di la vuelta y parpadeé al cajero sobre-tatuado. Dije: - No estoy aquí para jugar. Estoy buscando a alguien. Gruñó.

- Si quieres pasar por delante de mí, pagas. - Puso las palmas sobre el mostrador, donde una tabla de precios había sido pegada con celo, mostrando que debía quince dólares. Solo efectivo. No tenía efectivo. E incluso si tuviera, no lo habría gastado para pasar unos pocos minutos interrogando a Patch sobre su vida personal. Sentí cómo me enfadaba al pensar en la asignación de asientos y por tener que estar aquí, en primer lugar. Solo tenía que encontrar a Patch, después podríamos mantener la entrevista fuera. No había conducido hasta aquí para volver con las manos vacías. - Si no estoy de vuelta en dos minutos, pagaré los quince dolares. - Dije.

El cajero me siguió, gritando: - !Eh! Segura de que Patch no estaba en el piso principal, corrí abajo, siguiendo señales para la Sala de Billar de Ozz. Al final de las escaleras, una luz tenue iluminaba varias mesas de poker, todas en uso. Humo de puro casi tan espeso como la niebla envolviendo mi casa nublaba el techo bajo. Situadas entre las mesas de poker y el bar había una fila de mesas de billar. Patch estaba estirado a través de la que estaba más lejos de mí, intentando un tiro complicado. - !Patch! - Grité.
Justo cuando hablé, disparó hacia delante su palo de billar clavándolo en el tapete. Su cabeza se levantó de repente. Se me quedó mirando con una mezcla de sorpresa y curiosidad. El cajero bajó ruidosamente por las escaleras, detrás de mí, atrapando mi hombro en su mano. - Arriba. Ahora. La boca de Patch se movió formando otra sonrisa que apenas estaba ahí. Difícil decir si era burlona o amistosa. - Ella está conmigo.
Fui consciente de inmediato de que había algo diferente en él. No podía captar exactamente qué, pero podía sentirlo como electricidad. ¿Más animosidad?
Más confianza. Más libertad para ser él mismo. Y esos ojos negros me estaban llegando.

No podía captar exactamente qué, pero algo en Patch no estaba bien. Algo en él no era normal. Algo no era... seguro. - Perdón por colgar. - Dijo Patch viniendo a mi lado - La cobertura no es genial aquí abajo. Sí, claro. Con un giro de cabeza, Patch les indicó a los demás que se fueran. Hubo un silencio incómodo antes de que nadie se moviera. El primer tío en marcharse me golpeó el hombro al pasar. Retrocedí un paso para recuperar el equilibrio y alcé la vista justo a tiempo para recibir las frías miradas de los otros dos jugadores mientras se iban. Genial. No era culpa mía el que Patch fuera mi compañero. - ¿Bola ocho? - Le pregunté alzando las cejas e intentando sonar completamente segura de mí misma, de mi entorno. Tal vez él tuviera razón y el Arcade de Bo no fuera mi tipo de sitio. Eso no quería decir que fuera a salir disparada hacia las puertas
- ¿Cómo están de altas las apuestas? Su sonrisa se amplió. Esta vez estaba bastante segura de que se estaba burlando de mí.
- No jugamos por dinero. Dejé mi bolso en el borde de la mesa.
- Qué mal. Iba a apostar todo lo que tengo en tu contra.
- Levanté mi trabajo, dos líneas ya completas
- Unas pocas preguntas rápidas y me voy.
- ¿Cretino? - Patch leyó en voz alta, apoyándose en su palo de billar
- ¿Cáncer de pulmón? ¿Se supone que eso es profético? Abaniqué el trabajo en el aire.
- Asumo que contribuyes a la atmósfera. ¿Cuántos puros por noche? ¿Uno? ¿Dos?
- No fumo. - Sonaba sincero, pero no me lo tragué.

 - Mm-hmm. - Dije colocando el papel entre la bola ocho y la morada lisa. Empujé accidentalmente la morada lisa al escribir Definitivamente puros en la línea tres.
- Estás estropeando el juego. - Dijo Patch, todavía sonriendo.
Lo miré a los ojos y no pude evitar igualar su sonrisa ―brevemente.
- Espero que no en tu favor.
¿Tu mayor sueño? Estaba orgullosa de ésa porque sabía que le bajaría los humos. Requería reflexionar.
- Besarte.

1 comentario:

  1. que blog genial! muy buen capitulooo.
    si queres pasarte por el mio es:
    • www.maqui-things.blogspot.com

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Cada uno de mis lectores habéis hecho posible que este blog continúe, pese a varios "parones" que ha habido.
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