Siguemee

domingo, 11 de marzo de 2012

Leer, Capítulo 50; Traición Parte 1

Me pasé toda la noche dando vueltas en la cama. El viento venía a ráfagas desde el campo abierto y circulaba por la granja, rociando escombros contra las ventanas. Me desperté varias veces, escuchando como las tejas eran arracadas del techo y caían por el borde. Cada pequeño ruido que hacían las vidrieras de las ventanas junto con el ruido que yo hacía al moverme en la cama, me hacían despertar de un salto. Me rendí como a las seis y me arrastré fuera de la cama, forzándome a caminar por el pasillo para tomar una ducha caliente. Luego limpié mi cuarto y mi closet se veía vacío luego de llenar un cesto de ropa sucia para lavarla. Estaba subiendo las escaleras con una tanda de ropa limpia cuando alguien tocó a la puerta, la abrí y me encontré con Elliot parado en el umbral. Llevaba puesto unos jeans, una camisa de cuadros con las mangas enrolladas hasta los codos y una gorra de los Red Sox. Así de primeras se veía como un americano normal, pero yo sabía más que eso y una sacudida de adrenalina nerviosa lo confirmó. -“Nora Grey”- Dijo Elliot con una voz condescendiente. Él se inclinó sonriendo y logré captar el agrio olor del alcohol en su aliento. -“Últimamente me has estado causando demasiados problemas.”- -“¿Qué estas haciendo aquí?”- Él observó al interior de la casa tras de mi. -“¿Qué parece que estoy haciendo? Quiero hablar. ¿Puedo entrar?”- -“Mi mamá está durmiendo. No quiero despertarla.”- -“Nunca he conocido a tu mamá.”- Algo en la manera en que lo dijo, hizo que se erizaran los bellos de mi nuca. -“Lo siento, ¿Necesitas algo?”- Su sonrisa era mitad descuidada y mitad desdeñosa. -“No te agrado ¿Verdad, Nora Grey?”- Me crucé de brazos a manera de respuesta.
Él se echó para atrás con una mano presionada sobre su corazón. -“Auch. Estoy aquí, Nora, aunque me desprecies. Es mi último esfuerzo para convencerte de que soy un chico normal y que puedes confiar en mi. No me dejes.”- -“Escucha, Elliot, hay par de cosas que necesito hacer…”- Él metió su puño en la casa y con sus nudillos golpeó la pared lo suficientemente fuerte como para descascarar la pintura. -“¡No he terminado!”- Él arrastraba las palabras con su voz acalorada y de repente inclinó la cabeza hacia atrás y rió calladamente. Él se puso en cuclillas, puso su mano sangrante entre sus rodillas y gruñó. -“Apuesto diez dólares a que después me voy a arrepentir de esto.”- La presencia de Elliot hacía que mi piel se arrastrara. Recordé varios días atrás, cuando de verdad pensaba que él era guapo y encantador. Me pregunto como pude ser tan idiota. Estaba pensando en cerrar la puerta y asegurarla, cuando Elliot se quitó sus gafas y reveló sus ojos inyectados en sangre. Él aclaró su garganta y su voz salió clara. -“Vine para decirte que Jules está bajo mucho estrés en la escuela. Exámenes, gobierno estudiantil, aplicaciones para becas académicas, bla, bla, bla. Él no está actuando como él es. Tiene que apartarse de todo eso por un par de días. Nosotros cuatro, Jules, yo, tú, Vee, deberíamos irnos a acampar durante las vacaciones de primavera. Irnos mañana a Powder Horn y regresar el martes en la tarde. Eso le dará a Jules tiempo para relajarse.” - Cada palabra que salió de su boca sonó inquietante y cuidadosamente practicada. -“Lo siento, pero ya tengo planes.”- -“Déjame hacerte cambiar de opinión. Planearé todo el viaje. Yo pondré las tiendas y la comida. Te mostraré el gran chico que soy. La pasarás muy bien conmigo.”- -“Creo que deberías irte.”- Elliot apoyó su mano contra el marco de la puerta y se inclinó hacia mí. -“Contestación incorrecta”- Por un breve instante, el vidrioso estupor en sus ojos desapareció y algo retorcido y siniestro lo eclipsó. Involuntariamente me moví para atrás. Estaba casi segura de que Elliot tenía planes asesinos. Estaba casi segura de que la muerte de Kjirsten fue obra de él. -“Vete o voy a llamar a un taxi”- Dije. Elliot abrió la puerta mosquitera con tanta fuerza que rebotó contra la casa. Él agarró el
frente de mi bata de baño y me jaló hacia afuera. Luego me empujó hacia atrás contra la pared del exterior y me inmovilizó allí con su cuerpo. -“Vas a ir a acampar quieras o no.”- -“¡Apártate de mi!”- Dije mientras me retorcía, intentándome apartar. -“¿O qué? ¿Qué vas a hacer?”- Él ahora me tenía atrapada por los hombros y otra vez me golpeó contra la pared, haciendo que mis dientes rechinaran. -“Llamaré a la policía.”- No tenía idea de cómo lo había dicho tan valientemente. Mi respiración era rápida y leve, mis manos sudaban. -“¿Vas a llamarles a gritos? Ellos no pueden escucharte. De la única manera que te voy a soltar es si me juras que irás a acampar.”- -“¿Nora?”- Elliot y yo miramos hacia la puerta, de dónde venía la voz de mi mamá. Elliot mantuvo sus manos sobre mí por un momento más, y luego hizo un ruido de disgusto y me apartó de un empujón. Cuando ya iba por la mitad de las escaleras del balcón, él miró sobre su hombro. -“Esto no se ha terminado.”- Me apresuré a entrar y cerré la puerta con llave. Mis ojos comenzaron a arder. Me recosté contra la puerta y lentamente fui bajando hasta sentarme en la alfombra de la entrada, mientras luchaba para no llorar. Mi mamá apareció en el tope de las escaleras, amarrando el cinturón su bata. -“¿Nora? ¿Qué pasa? ¿Quién estaba en la puerta?”- Rápidamente pestañeé para secar mis ojos. -“Un chico de la escuela.”- No pude ocultar el temblor en mi voz. -“Él… Él…”- Ya tenía suficientes problemas por causa de la cita con Patch. Sabía que esta noche mi mamá estaba planeando ir a una boda y recepción de la hija de un amigo del trabajo, pero de ninguna manera iba a ir si le decía que Elliot me había tratado rudamente y eso era lo menos que quería porque necesitaba conducir hasta Portland e investigar a Elliot. Incluso una pequeña evidencia incriminatoria contra Elliot sería suficiente para atraparlo tras las barras y no me sentiría segura hasta que eso pasara. Sentía cierta violencia creciendo dentro de él y no quería ver que pasaría si salía fuera de control. -“Él quería mis apuntes sobre Hamlet”- Dije de plano. -“La semana pasada él copió mi examen y aparentemente está intentado hacer de eso un hábito.”- -“Ay, cariño.”- Ella bajó hasta ponerse a mi lado y acarició mi cabello mojado, el cuál se había puesto helado desde que me duché. -“Puedo entender por qué estas molesta. Puedo llamar a
sus padres, si eso quieres.”- Dije que no con la cabeza. -“Entonces voy a preparar el desayuno”- Dijo mamá. -“Ve y termina de vestirte. Tendré todo listo cuando bajes.”- Estaba parada frente a mi closet cuando mi teléfono celular sonó. -“¿Te enteraste? ¡Los cuatro nos iremos de cam-pa-men-to durante las vacaciones de primavera!”- Dijo Vee, sonando extrañamente alegre. -“Vee”- Dije con voz temblorosa -“Elliot está planeando algo. Algo aterrador. La única razón por la cuál quiere ir de campamento es para tenernos a solas. No vamos a ir.”- -“¿Qué quieres decir con que no vamos a ir? Estas bromeando ¿verdad? O sea, finalmente podemos hacer algo divertido en las vacaciones ¿y estas diciendo que no? Sabes que mi mamá jamás me dejará ir sola. Haré cualquier cosa. En serio. Haré tu tarea por una semana. Vamos, Nora. Una simple palabra. Dila. Comienza con la letra S…”- La mano que sostenía mi celular tembló y la sostuve con mi otra mano para tranquilizarla. -“Elliot se apareció borracho en casa hace quince minutos. Él… él me amenazó físicamente.”- Ella se mantuvo callada por un momento. -“¿A qué te refieres con ‘amenazar físicamente’?”- -“Me jaló hasta afuera y me empujó contra la casa.”- -“Pero él estaba borracho ¿verdad?”- -“¿Eso importa?” - -“Bueno él ha tenido muchos problemas. O sea, fue erróneamente acusado de haber estado involucrado en el suicidio de una chica y fue forzado a cambiar de escuela. Si él te lastima, y dicho sea de paso, no estoy justificando lo que hizo, tal ves él necesite… consejo ¿sabes?”- -“¿Si me lastima?”- -“Él estaba borracho. Quizá… quizá ni sabía lo que estaba haciendo. Mañana se sentirá horrible.”- Abrí la boca y la cerré. No podía creer que Vee estaba de lado de Elliot. -“Me tengo que ir”-

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