Siguemee

martes, 1 de mayo de 2012

Leer. Capítulo 60: Pero fui peor

Era la noche del domingo antes del comienzo de las vacaciones de primavera y el cine estaba lleno. Me metí en la fila de entrada, mirando continuamente alrededor en busca de indicios de si había sido seguida. No había nada alarmante hasta el momento y la presión de los cuerpos me ofrecía buena cobertura. Me dije a mí misma que Patch se haría cargo de Dabria y que no tenía nada de qué preocuparme. Pero no hacía daño estar alerta. Por supuesto, en el fondo, sabía que Dabria no era la mayor preocupación. Tarde o temprano Patch iba a averiguar que yo no estaba en el Delphic. Basándome en la experiencia pasada, no me hice ninguna ilusión de ser capaz de ocultarme por un largo tiempo. Él me iba a encontrar. Y entonces me vería forzada a confrontarlo con la pregunta que tanto me asustaba. Específicamente, me asustaba más su respuesta. Porque había una sombra de duda en el fondo de mi mente, susurrándome que Dabria había dicho la verdad acerca de lo que Patch necesitaba hacer para conseguir un cuerpo humano. Me acerqué a la taquilla. Las películas de las nueve y treinta acababan de empezar. - Una entrada para El Sacrificio. - Dije sin pensar. Inmediatamente encontré el título extrañamente irónico. Sin esperar a reflexionar más sobre eso, escarbé en mis bolsillos y empujé un fajo de monedas por debajo de la ventana, rogando para que fuera suficiente. - Cielos. - Dijo la cajera mirando las monedas resbalarse por debajo de la ventana. La reconocí de la escuela. Ella era una estudiante de último grado y estaba casi segura de que su nombre era Kaylie o Kylie - Muchas gracias. - Dijo - Como si no hubiera una fila esperando. Todo el mundo detrás de mí murmuró una exclamación colectiva. - He limpiado mi hucha. - Dije intentando ser sarcástica. - No bromeo. ¿Está todo? - Preguntó expulsando un prolongado suspiro mientras agrupaba las monedas en cuartos, diez centavos, cinco centavos y peniques. - Por supuesto. - Como sea. No recibo el pago suficiente para esto. - Ella arrojó el dinero en la pequeña caja metálica y deslizó mi entrada por debajo de la ventana - Existen esas cosas llamadas tarjetas de crédito… Cogí la entrada. - ¿Has visto pasar a Vee Sky esta noche? - ¿Bee quién? - Vee Sky. Ella es una estudiante de segundo año. Estaba con Elliot Saunders.
Los ojos de Kaylie o Kylie se abrieron exorbitadamente. - ¿Te parece que tengo una noche tranquila? ¿Te parece que sólo he estado sentada aquí, memorizando cada cara que pasa? - No importa. - Solté un respiro dirigiéndome hacia las puertas que me llevaban dentro. El cine de Coldwater tiene dos pantallas a ambos lados de un puesto de películas. Tan pronto como el chico de las entradas le arrancó la mitad a la mía, me dirigí hacia la puerta de la sala de cine número dos y me adentré en la oscuridad. La película había empezado. La sala de cine estaba casi llena, excepto por unos cuantos asientos aislados. Caminé por el pasillo buscando a Vee. Al fondo me di la vuelta y caminé por el frente. Era difícil reconocer las caras en la oscuridad, pero estaba bastante segura de que Vee no estaba aquí. Salí de la sala y caminé hacia la función de al lado. No estaba tan concurrida. Hice otra caminata, pero de nuevo, no vi a Vee. Tomando asiento cerca de la parte trasera, traté de ordenar mi mente. Esta noche, todo parecía un oscuro cuento de hadas en el cual me había perdido y no podía encontrar mi camino de regreso. Un cuento de hadas con ángeles caídos, humanos híbridos y asesinatos como sacrificio. Pasé el dedo pulgar por encima de mi marca de nacimiento. Especialmente no quería pensar en la posibilidad de que era descendiente de un Nephilim. Saqué el móvil de emergencias y comprobé las llamadas perdidas. Ninguna. Lo estaba metiendo en el bolsillo cuando una caja de cartón con palomitas de maíz se materializó a mi lado. - ¿Tienes hambre? - Preguntó una voz justo por encima de mi hombro. La voz era tranquila y no precisamente feliz. Traté de mantener la calma para respirar. - Levántate y sal del cine. - Dijo Patch - Estoy justo detrás de ti. No me moví. - Sal de aquí. - Él repitió - Necesitamos hablar. - ¿Acerca de que necesitas sacrificarme para conseguir un cuerpo humano? - Pregunté con un tono ligero mientras mis entrañas tenían la sensación de pesadez. - Podría ser lindo si pensaras que es verdad. - ¡Creo que es verdad! En cierto modo. Pero el mismo pensamiento seguía regresando... Si Patch quería matarme, ¿por qué no lo había hecho? - ¡Shh! - Dijo un chico a mi lado. - Sal de aquí o te cargaré hacia fuera. - Dijo Patch. Me enloquecí. - ¿Perdón? - ¡Shh! - El chico a mi lado susurró de nuevo. - La culpa es de él. - Le dije señalando a Patch. El chico estiró el cuello hacia atrás.
- Escucha. - Dijo enfrentándose a mí de nuevo - Si no te calmas, llamaré a seguridad. - Bien, ve y busca a seguridad. Diles que se lo lleven de aquí. - Dije una vez más señalando a Patch - Diles que él quiere matarme. - Yo quiero matarte. - Susurró la novia del chico inclinándose a su alrededor para confrontarme. - ¿Quién quiere matarte? - El chico preguntó todavía mirando por encima de su hombro, pero su expresión era indescifrable. - No hay nadie allí. - La novia me dijo. - Estás haciéndoles creer que no pueden verte, ¿cierto? - Le dije a Patch impresionada por su poder aún cuando despreciaba su uso. Patch sonrió, pero apretaba las esquinas de su boca. - ¡Oh, cielos! - Dijo la novia alzando las manos al aire. Ella miró a su novio con furia y le dijo - ¡Haz algo! - Necesito que pares de hablar. - El chico me dijo. Hizo un gesto hacia la pantalla - Mira la película. Oye... toma mi refresco. Entrando en el pasillo, sentí a Patch moviéndose detrás de mí, inquietantemente cerca y sin tocarme. Permaneció así hasta que salimos de la sala de cine. En el otro lado de la puerta, Patch enganchó mi brazo y me guió a través del vestíbulo hasta el baño de mujeres. - ¿Qué te pasa con los baños de las chicas? - Dije. Me condujo por la puerta, la aseguró y se recostó en ella. Sus ojos estaban sobre los míos. Me mostraban cada señal de querer sacudirme a muerte. Estaba apoyada en el lavabo, las palmas de mis manos escavaban en el borde. - Estás enfadado porque no fui a Delphic. - Levanté un hombro completamente inestable - ¿Por qué Delphic, Patch? Es domingo por la noche. Delphic cerrará pronto. ¿Tienes alguna razón en especial para que me quieras conducir a un oscuro y abandonado parque de atracciones? - Caminó hacia mí hasta que quedó tan cerca que pude ver sus ojos negros por debajo de la gorra de béisbol - Dabria me dijo que tienes que sacrificarme para obtener un cuerpo humano. - Dije. Patch estaba en silencio. - ¿Y crees que lo haría? Tragué saliva. - Entonces. ¿es verdad? Nuestros ojos se encontraron. - Tiene que ser un sacrificio intencional. Simplemente matarte no hará nada. - ¿Eres la única persona que puede hacerme esto? - No, pero probablemente soy la única persona que conoce el resultado final, y el único que lo intentaría. Esa es la razón por la que vine a la escuela. Tenía que acercarme a ti. Te necesitaba. Por eso entré en tu vida. - Dabria me dijo que te enamoraste de una chica. - Me odiaba a mí misma por experimentar esos dolores irracionales por los celos. No se suponía que hablaríamos de
mí. Se suponía que sería un interrogatorio - ¿Qué sucedió? Quería desesperadamente que Patch me diera alguna pista de sus pensamientos, pero sus ojos negros eran fríos, las emociones se escondían en su mirada. - Ella envejeció y murió. - Eso debió haber sido difícil para ti. - Dije. Él esperó unos cuantos segundos antes de responder. Su tono era tan bajo que me estremecí. - Quieres que me confiese, lo haré. Te diré todo. Quién soy y qué he hecho. Hasta el último detalle. Lo desenterraré todo, pero tienes que preguntarlo, tienes que quererlo. Puedes ver quién fui o puedes ver quién soy ahora. No soy bueno. - Dijo penetrándome con esos ojos que absorbían la luz, pero no reflejaban nada - Pero fui peor.
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Dedicado a una de mis mejores amigas de la infancia.
Te quiero mucho Raquel!  mi niña!:)

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