Siguemee

sábado, 30 de junio de 2012

Leer, capítulo 64, ¡corre!

No tenía ni idea de dónde estaba Vee. El pensamiento obvio seria pensar como Jules -donde iba a mantener como rehén a Vee si yo fuera él? El quiere hacer que sea difícil escapar y difícil de encontrar, razoné. He traído un modelo mental de la construcción, reduciendo mi atención a los niveles superiores. Las opciones eran, Vee estaba en el tercer piso, el más alto en la escuela -a excepción de un pequeño cuarto piso, que era más un ático que otra cosa. Una estrecha escalera accesible sólo desde el tercer piso llevaba a él. Había dos salones de clases tipo bungalow en la parte superior: AP español y el laboratorio de electrónica. Vee estaba en el laboratorio de electrónica. Solo asi, yo lo sabía. Avance lo más rápido que pude a través de la oscuridad, sentí mi camino hacia arriba por dos tramos de escaleras. Después de algunos ensayos y errores, encontré la estrecha escalera que conduce al laboratorio de electrónica. En la parte superior, empuje la puerta. "Vee?" Llame en voz baja. Soltó un pequeño gemido. "Soy yo", dije, tomando cada paso con cuidado maniobrando en un pasillo entre los pupitres, no queriendo atropellar una silla y alertar a Jules de mi ubicación. "¿Estás herida? Tenemos que salir de aquí". La encontré acurrucada en la parte delantera de la habitación, abrazando sus rodillas al pecho. "Jules me golpeó en la cabeza", dijo, alzando la voz. "Creo que me desmayé. Ahora no puedo ver. No puedo ver nada!" "Escúchame. Jules corto la luz y se dibujan las sombras. Es sólo la oscuridad. Toma mi mano. Tenemos que bajar ahora mismo." "Creo que me he dañado algo. Mi cabeza está latiendo. Realmente creo que estoy ciega!" "Tu no estas ciega", le susurre, dándole una pequeña sacudida. "Yo no puedo ver tampoco. Tenemos que sentir nuestra manera para bajar las escaleras. Vamos a irnos por la salida de la oficina de atletismo. " "Él tiene cadenas en todas las puertas". Un momento de silencio rígido cayó entre nosotros. Me acordé de Jules deseandome suerte de escapar, y ahora sabía por qué. Un escalofrío perceptible ondulo de mi corazón al resto de mi cuerpo. "No la puerta por la que entre,” le dije al fin. "La puerta del extremo oriente está desbloqueada".
"Debe ser la única. Yo estaba con él cuando encadenó las demas. Dijo que de esa manera nadie estaría tentado a salir mientras jugaban al gato y al raton. Dijo que estaba fuera fuera de la cancha." "Si la puerta este es la única que dejo abierta, va a tratar de bloquearla. Va a esperar a que nosotras lleguemos a él. Pero nosotras no vamos a ir. Vamos a salir por una ventana,” le dije, elaborando un plan en la parte superior de mi cabeza. "En el extremo opuesto del edificio-en este sentido. ¿Tienes tu celular?" "Jules lo tomó." "Cuando estemos fuera, nos tenemos que dividir. Si Jules nos persigue a nosotras, tendrá que elegir a una de nosotras para seguir. La otra conseguira ayuda." Yo ya sabía a cual él había elegido. Jules no tenía ningún uso para Vee, excepto para atraerme a mí esta noche. "Corre tan rápido como puedas y llega a un teléfono. Llama a la policía. Diles que Elliot está en la biblioteca." "¿Vivo?" Vee preguntó con voz temblorosa. "No lo sé". Nos quedamos acurrucadas, y la sentí tirar de la camisa y secarse los ojos. "Esto es todo culpa mía." "Esto es culpa de Jules." "Tengo miedo". "Vamos a estar bien", dije tratando de sonar optimista. "Yo apuñale a Jules en la pierna con un bisturí. Está sangrando mucho. A lo mejor el se rinda de perseguirnos e ira a buscar atención médica." Un sollozo escapó de Vee. Las dos sabíamos que estaba mintiendo. El deseo de venganza de Jules superaba su herida. Se superaba todo. Vee y yo bajamos las escaleras, manteniendonos apretadas a las paredes, hasta que estuvimos de regreso en la planta principal. "Por aqui," Yo le susurre al oído, tomándole la mano a medida que aumentabamos la velocidad caminando por el pasillo, en dirección hacia el oeste. No habíamos caminado mucho cuando un sonido gutural, no como una risa, salió de la oscuridad del túnel por delante. "Bien, bien, ¿qué tenemos aquí?" Jules dijo. No había ninguna cara adjunta a su voz. "Corre", le dije a Vee, apretándole la mano. "Él me quiere a mi. Llama a la policía. ¡Corre!"

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